LOS INDIGNADOS (15-M)
DEFINICIONES:
El 15M es un movimiento que se define mucho por sus formas de actuar más que por su contenido. Surge del hartazgo de que los políticos no nos hagan caso. Todo está en permanente definición, que todo el mundo pueda participar, un espacio poco definido y muy dinámico. Está vivo y continuamente definiendo qué somos.
El movimiento 15M es un estado de politización o repolitización de la ciudadanía, un momento en el que la gente despierta de alguna manera y empieza a sentirse junta y a poder hablar de ciertos temas que nos estaban preocupando a todas. Es un espacio de encuentro.
El 15M es lo que hacía falta y nadie se esperaba, lo que todo el mundo queríamos que ocurriera, que era como una explosión de participación y lo que parecía que nunca iba a venir porque España era un páramo de movilización: teníamos las tasas más altas de paro, unas de las peores condiciones laborales y sin embargo todo el mundo se quejaba en el sofá o en el bar, y de repente cambia.
ORIGEN:
El Movimiento
15-M, también llamado movimiento de los indignados, es un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011(convocada
por diversos colectivos), donde después de que 40 personas decidieran acampar
en la puerta del Sol esa noche de forma espontánea, se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP (binomio
denominado "PPSOE" ) y del dominio de bancos y corporaciones, así como una
"auténtica división de poderes" y otras medidas con la intención de
mejorar el sistema democrático. Ha aglutinado a diversos colectivos
ciudadanos con distintos lemas, como el de la manifestación del 15 de mayo: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros»4 o «Democracia
real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros». A partir de la manifestación global
del 15 de octubre (15O) United fo globalChange, los activistas que formaban parte de las acampadas y
asambleas, empezaron a crear colectivos temáticos. Asimismo, empezaron a formarse nuevos
partidos políticos, como el Partido X en enero de 2013, o Podemos en 2014, que se presentaron a las elecciones
europeas de 2014,
obteniendo cinco eurodiputados el segundo. El movimiento 15M ha tenido
influencia en movimientos sociales posteriores como el Movimiento Occupy o YoSoy132.
GRUPOS DE INDIGNADOS:
PRIMER GRUPO
Está conformado por la inmensa minoría
satisfecha en todo sentido, porque
además tienen todas sus demandas post-materiales cubiertas, eso significa
acceso a la cultura, educación de calidad y alta expectativa de vida.
SEGUNDO GRUPO:
Teniendo acceso a
servicios y altos grados de conexión a la globalización, hoy exigen como
derecho recibir la misma educación y poder competir con las elites actuales.
TERCER GRUPO:
Siguen luchando
por lo básico. Son los pobres del mundo occidental que, si bien tienen para
comer, carecen de acceso a la globalización.
CUARTO GRUPO:
Conforma la mitad
del mundo y que nunca ha realizado una llamada por teléfono, que vive en la
marginación y en cuyo seno se replican las estructuras propias del feudalismo.
En este segmento debemos incluir los que mueren en la hambruna africana.
Impedidos de interactuar, viven en función de la voluntad de un explotador o en
campos de refugiados esperando la ayuda internacional.
PETICIONES DE LOS INDIGNADOS:
En un manifiesto de ocho puntos que pretendía reunir los diferentes elementos surgidos de las asambleas en todo el país, se puede leer especialmente:
1.- Eliminación de los privilegios de la clase política.
2.- Contra el paro, reparto del trabajo hasta llegar a un desempleo estructural del 5%.
3.- Derecho a la vivienda. Que se permita entregar la vivienda para pagar la hipoteca.
4.- Servicios públicos de calidad, comenzando por la supresión de los gastos inútiles de las administraciones.
5.-Control del sistema bancario.
VÍDEO DE RESUMEN:
CONCLUSIONES:
Si los movimientos sociales o políticos plantean sus demandas sobre ejes falsos, corren el peligro de quedar finalmente sin perspectivas. Y en la medida en que esta situación se prolongue, asoma el peligro del desánimo, la dispersión y también de la captación por parte del poder constituido de, por lo menos, una parte del activismo hoy movilizado. En esto también la experiencia en Argentina nos deja enseñanzas. Muchos de los “revolucionarios” de 2001 terminaron integrándose a los cuadros de dirección del Estado, o sus empresas, y a los partidos del sistema.
A modo de cierre, recuerdo que alguna vez Marx dijo que había que aprender a luchar sin ilusiones. Este consejo del viejo revolucionario se aplica enteramente al movimiento de los indignados. Es importante cuestionar lo existente, pero no deberíamos abrigar ilusiones en que el orden social basado en la explotación pueda cambiarse con algunas modificaciones en sus formas políticas.
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